Diablo Crónicas Nº2

Como segunda reseña, elegí Diablo Crónicas Nº2 por un tema personal. En 1996 ví el primer número de Diablo, creación de Javier Ferreras y Mauricio Herrera en el kiosco de Viana con Echevers en Viña del Mar. Por ese pequeño detalle deben de haberse dado cuenta de lo impactante que fue para mí ver esa revista. Conocí a Mauricio en Febrero de 1999 cuando ya habían aparecido muchos números de Diablo, pero no todos dibujados por él. En esa ocasión me contaba todos los proyectos que habían en torno al personaje... proyectos que por fin ahora se están comenzando a realizar.

Ficha:

Título: Diablo Crónicas Nº2

Autor(es): Mauricio Herrera, Gabriel Rodríguez, Francisco Amores, Dreg, Sergio Quijada, José Luis Flores

Año/País: 2007 (pero con fecha en interiores 2006)/Chile.

Formato: revista

Páginas: 16 pp.

Editorial: Berserker comics

Valor: entre $1500 y $1600.-

Dónde Encontrarlo: Dentro de la misma revista salen los puntos de venta, entre ellos están: Kingdom Comics de Arica, Librería Ivens de Valparaíso, Comics Chile, Shazam Comics, Crazy All Comics de Santiago, Burnaby Comics de Valdivia, entre otros. ( si alguien quiere saber en especial para su ciudad, pregunte en los comentarios y les diré si se puede encontrar en su ciudad)

Resumen:

Diablo Crónicas Nº2 reúne en su interior tres historietas de distintos autores, unidos por los personajes que habitan el mundo de Diablo. Estas historietas son: “El Golem” de Mauricio Herrera, Francisco Amores y Gabriel Rodríguez, que viene a ser una especie de preview de una historia inconclusa, en la cual un viejo rabí crea un golem (un ser hecho de arcilla que realiza lo que su amo manda) para castigar a un curandero vudú, la suerte (o la mala suerte) hará que Alex se cruce en su camino; “Máscara” de Francisco Amores y Dan Dreg, una historia onírica sobre la búsqueda de la verdadera identidad de Alex (aka Diablo); y, “Dragón” de José Luis Flores y Sergio Quijada, donde se instalan más dudas sobre el pasado de Cenit, en un combate contra un traficante japonés que se hace llamar Dragón.

Junto con esto, al interior de la revista podemos encontrar reseñas de los personajes y de los autores, además de pequeños extractos de comentarios de ellos, que permiten complementar la lectura. Además hay publicidad para otras revistas que están apareciendo en el mercado de la historieta chilena.

Comentario:

Lo Bueno: En general es la aparición del segundo número después de un compás de espera, que lo notamos en las distintas fechas tanto de aparición como impresa. La revista muestra en su totalidad un estilo gráfico que impera en las cartas de MYL, donde han trabajado la mayoría de sus dibujantes y guionistas, cosa que atrae sobre todo a los jóvenes y niños asiduos a esos juegos. Lo que es importante porque así suma más lectores al mundo de la historieta. En cuanto a las historietas:

“El Golem”: tratar de analizar una historia que no es más que un esbozo es difícil, pero a través de esas nueve páginas (de 20) se puede identificar una de las mejores historias de Diablo jamás publicada. En el apartado gráfico, no se puede hablar de otra manera del trabajo de Rodríguez que de excelente. Con un trazo seguro y la utilización de planos generales cuando la acción lo requiere, los dota de una movilidad inusitada para el medio nacional. Además genera a través de los fondos que realiza de un contexto, una superficie en la cual desarrollar mejor la acción, le da un soporte vívido y creíble.

“Máscara”: con tintes a lo Gaiman, Amores trata de definir la personalidad de Alex, buscando su propio destino a través de un viaje onírico, en el cual inclusive se encuentra a su padre. En una historia así de interesante el trabajo de Dreg en algunos pasajes es de una calidad buena, ya que ayuda y potencia la lectura.

“Dragón”: Interesante es la propuesta de Flores en esta historieta, mezclando la tradición oriental al mundo de Diablo, en una historia que deja nuevas interrogantes sobre el pasado de Cenit. El dibujo de Quijada se suelta con las escenas de acción lo que produce una movilidad dentro de la estructura de las viñetas.

Lo Malo: En lo general, para variar, el retraso entre la primera y segunda entrega.

En cuanto a las historias todas muestran un problema al inicio. Con un exceso de cartuchos para preparar la acción. Además en algunas como “Dragón” hay una exceso de diálogos, que interrumpen la movilidad de la historieta, la aplanan y todo lo atractivo que desarrollaba se pierde bajo la montaña de palabras y comentarios que no se justifican dentro de la historia.

En cuanto a los dibujos tanto Dreg como Quijada cumplen con sus cometidos, pero demuestran algunas falencias con el ritmo de lectura que los guionistas le tratan de dar a la historia. La gráfica de Dreg en algunos momentos es verdaderamente notable (pág.18), pero en otros se excede cayendo en explicaciones gráficas que se sobrentienden con el relato (págs.15-17). Quijada en cambio, se ve perjudicado por el guión, ya que la mayor parte de la inactividad de la acción en el guión (tratando de ceñirse a la tradición contemplativa oriental) conspira en su buen hacer, ya que sus mayores logros dentro de la historieta los realiza en las viñetas activas más que en las reposadas.